Los estudios señalan que la leche y los productos lácteos son muy importantes para la salud de los niños, pues contienen muchos nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo. Durante la infancia y la adolescencia, es necesario ingerir cantidades suficientes de calcio y vitamina D, puesto que una cantidad significativa de la masa ósea adulta se acumula durante estas etapas. Los productos lácteos son una buena fuente de estos nutrientes, así como de otros nutrientes importantes. Lamentablemente, sin los programas que fomentan el consumo de leche en los colegios, parece que no obtienen los suficientes.
A propósito, las actuales políticas en muchos centros educativos han favorecido la eliminación de la leche con sabor, debido a la cantidad de azúcar añadido que contiene. Sin embargo, en este estudio los investigadores utilizaron un modelo de nutrientes para sustituir aquellos que los niños dejaban de obtener al renunciar a beber leche, y descubrieron que las combinaciones de alimentos probadas no eran factibles debido al coste y al número de alimentos adicionales que eran necesarios para suplir los nutrientes que faltaban.
Mientras que algunos colegios limitan el acceso a la leche con sabor, presumiblemente debido a la preocupación de que estas bebidas puedan aportar niveles poco saludables de grasas y azúcares añadidos, el estudio demostró que un número muy reducido de niños bebe leche en el colegio, y la cifra caía significativamente (un 41 %) al eliminar la leche con sabor. Asimismo, en los alumnos que preferían beber leche sola, se desperdiciaba una mayor cantidad de leche. Dado que los niños prefieren tomar leche con chocolate o yogur como una alternativa saludable, es necesario realizar estudios adicionales para conocer si los niños aceptarían fórmulas con menos contenido en azúcar.