Cuando las adolescentes incrementan la cantidad de productos lácteos hasta tres raciones diarias, se refuerza el aporte de nutrientes importantes y de otros nutrientes esenciales para un crecimiento y unos huesos sanos, de acuerdo con este estudio.
Las chicas adolescentes corren riesgo de sufrir una escasez de nutrientes, en particular, de vitamina D, calcio, potasio, fibra y hierro. Este estudio pone de manifiesto que el aumento en el consumo de alimentos lácteos compensa la escasez de tres de estos nutrientes de importancia para la salud pública: calcio, vitamina D y potasio. Además, permite mejorar el aporte de proteínas, magnesio y zinc, nutrientes todos ellos esenciales para el crecimiento y la salud ósea en la adolescencia.
Los autores tomaron datos del National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) de 2007-2010 – What We Eat in America – para efectuar ejercicios de modelación de la dieta. El objetivo era determinar los efectos del consumo creciente de alimentos vegetales, frente al de alimentos lácteos, sobre el aporte de energía y nutrientes a las adolescentes. Los autores modelaron tres escenarios dietéticos: consumo creciente de alimentos vegetales, aumento de alimentos vegetales ricos en proteínas y aumento de leche, quesos y yogur.
La duplicación del consumo de alimentos vegetales tiene sus pros y también sus contras
En este escenario dietético, se duplicó el aporte de alimentos vegetales consumidos en la actualidad (frutas, vegetales, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas y soja) y se redujo de manera proporcional el de productos animales (huevos, carne, aves, pescado y productos lácteos).
Esta modificación dietética aumentó el aporte de fibra, azúcares añadidos, vitamina E, hierro y ácido fólico y redujo el consumo de grasas totales, grasas saturadas, zinc, vitamina D, calcio y proteínas.
Por eso, si una adolescente siguiera este modelo dietético, solo mejoraría dos de los cinco nutrientes importantes – fibra y hierro -, mientras que, en teoría, empeoraría el de los otros tres – calcio, vitamina D y potasio -.
La duplicación de los alimentos vegetales ricos en proteínas no influye en el aporte de proteínas
En este primer escenario, basado en alimentos vegetales, el aporte de proteínas se reduce en casi 10 g/día, en comparación con la dieta habitual, es decir, el porcentaje de muchachas que no alcanzan el requerimiento medio estimado (EAR) de proteínas aumentaría desde el 5,4 % hasta el 14,5 %. El aporte reducido de proteínas es motivo de preocupación, dada su función esencial en numerosos procesos fisiológicos y en el crecimiento.
En previsión de esta caída en el consumo de proteínas, en el segundo escenario, los autores duplicaron el consumo de alimentos vegetales ricos en proteínas, como legumbres, frutos secos, semillas y soja. Sin embargo, descubrieron que carecía de impacto real sobre el aporte de proteínas, porque las adolescentes toman muy pocos de estos alimentos con la dieta normal. Por eso, resultaría complicado fomentar el aumento del consumo de alimentos vegetales ricos en proteínas en la dieta de una adolescente para lograr un cambio relevante en el aporte de nutrientes.
La duplicación del consumo de productos lácteos aumenta el aporte de proteínas y otros nutrientes críticos para el crecimiento y la salud ósea
Sin embargo, los autores hallaron un cuadro muy distinto al aumentar el consumo de productos lácteos. En este escenario dietético final, se duplicó el consumo de alimentos lácteos consumidos en ese momento (leche, quesos y yogur) para satisfacer la recomendación de 3-4 raciones diarias para los adolescentes de EE.UU.
El consumo de proteínas aumentó en 10,8 g/día y el porcentaje de las adolescentes que no alcanzaron el EAR de las proteínas descendió desde el 5,4 hasta el 2,8 %.
El mayor consumo lácteo también incrementó el aporte de vitamina D, magnesio, zinc, calcio, potasio, energía, grasa total, grasa saturada y azúcares añadidos.
Es esencial un aporte adecuado de calcio durante la infancia y adolescencia para alcanzar la masa ósea máxima, porque se reduce el riesgo de fracturas y osteoporosis en etapas posteriores de la vida. En este modelo lácteo, el porcentaje de muchachas que no alcanzaron el EAR del calcio descendió desde el 76 % hasta el 41 %. El aporte de vitamina D también aumentó, si bien el 80 % de las adolescentes siguieron sin alcanzar el EAR de la vitamina D.
Consumir más productos lácteos beneficia a las adolescentes
Los autores concluyen que las recomendaciones inespecíficas de aumentar el consumo de alimentos vegetales, a expensas de los productos animales, surten algunos beneficios nutricionales, como una disminución del consumo de grasa total y saturada, pero también efectos nocivos, como disminución del aporte de zinc, vitamina D, calcio y proteínas.
A la inversa, el consumo de tres raciones diarias de alimentos lácteos mejora el aporte de nutrientes cruciales para el crecimiento y la salud ósea, como son tres nutrientes fundamentales: calcio, vitamina D y potasio.
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