El yogur vivo contiene billones de bacterias propicias que, según los expertos, desempeñan un papel vital en una serie de beneficios para la salud. Pero antes las bacterias deben alcanzar el intestino grueso, donde ponen en marcha sus efectos favorables. Los autores de este artículo explican los retos a los que se enfrentan estas bacterias en su recorrido, y algunos de los beneficios que pueden proporcionar.
Los cultivos de yogur que fermentan la leche para crear el yogur son las especies bacterianas Streptococcus thermophilus y Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus. Otros microbios pueden participar también en la fabricación de leches fermentadas, como la bacteria probiótica* Bifidobacterium y las cepas de Lactobacillus, y proporcionar beneficios adicionales para la salud.
Aunque estas bacterias del yogur no sobrevivan mucho tiempo en el intestino, ayudan a equilibrar la microbiota intestinal y contribuyen a una buena salud, sostienen los autores.
Las bacterias del yogur sobreviven en el tubo digestivo
Sin embargo, la comunidad de bacterias que habita normalmente en nuestro intestino —la microbiota intestinal— suele resistirse a la colonización del intestino por bacterias introducidas desde el exterior.
El simple hecho de llegar al colon supone un peligroso viaje para las bacterias del yogur. Después de su ingestión, estas viajeras intrépidas deben recorrer un auténtico laberinto hostil: el tubo digestivo. Hasta la propia boca constituye un lugar peligroso, ya que la saliva contiene enzimas con efectos antimicrobianos. El siguiente obstáculo es el estómago con sus condiciones ácidas y sus enzimas digestivas. Luego se encuentran con el intestino delgado y sus sales biliares, otra amenaza para las bacterias viajeras.
Sin embargo, a pesar de todos estos obstáculos, un buen número de bacterias del yogur sobrevive y con las bacterias residentes.
«Diversas publicaciones indican que los microorganismos presentes en los alimentos fermentados también pueden afectar a la microbiota intestinal, al menos de forma transitoria» – Kok y Hutkins, 2018.
El yogur y otros alimentos fermentados pueden mejorar la salud
El yogur y otros productos lácteos fermentados se han relacionado con diversas mejoras de la salud, incluida una reducción de los riesgos de obesidad, diabetes de tipo 2, cardiopatías, cáncer de vejiga y cáncer colorrectal.
Estos efectos se traducen, por ejemplo, en una mejora de los niveles de glucosa e insulina en sangre, factores clave para el desarrollo de la diabetes.
Las bacterias hacen del yogur un alimento idóneo frente a la malabsorción de lactosa
La leche y los productos lácteos contienen lactosa, un azúcar natural que se descompone en el intestino por la enzima lactasa. Los niveles intestinales de lactasa disminuyen después de la lactancia, pero la mayoría de los adultos todavía tienen suficiente lactasa para digerir la mayor parte de la lactosa ingerida.
Sin embargo, algunas personas no producen suficiente lactasa y sufren síntomas molestos, como diarrea, gases y distensión abdominal. La mayoría de estas personas toleran un poco de lactosa, y con frecuencia se les recomienda yogur como alimento lácteo adecuado en su caso. Aunque el yogur lleve lactosa, las bacterias vivas del yogur contienen lactasa que al liberarse en el intestino, facilita la digestión de la lactosa.
Los expertos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) han llegado a la conclusión de que la relación causa-efecto entre el consumo de yogur y la mejora de la digestión de la lactosa está lo suficientemente establecida como para justificar una declaración de propiedades saludables, siempre y cuando el yogur contenga un valor liminar de bacterias vivas (al menos 108 unidades formadoras de colonias [UFC] por gramo).
Las dietas ricas en alimentos fermentados como el yogur probablemente contribuyan en gran medida a los millones de microbios que ingerimos todos los días con los alimentos, , quienes concluyen que, si bien los microbios procedentes de alimentos fermentados permanecen solo de forma transitoria en el intestino, la evidencia creciente revela que influyen en la comunidad de microbios residentes y, por lo tanto, proporcionan beneficios propios para la salud.
Los autores señalan que las dietas ricas en alimentos fermentados y que contienen alimentos como el yogur, contribuyen a la ingesta de millones de microbios que ingerimos diariamente.
Si bien los microbios procedentes de alimentos fermentados permanecen solo de forma transitoria en el intestino, la evidencia creciente revela que influyen en la comunidad de microbios residentes y, por lo tanto, proporcionan beneficios propios para la salud.
* Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped.