18 Ene 2021
3 min de lectura
Beneficios medioambientales

Los lácteos podrían desempeñar un papel clave en las dietas de bajo impacto ambiental

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En nuestro afán por adquirir hábitos más sostenibles, muchos de nosotros hemos de afrontar dilemas complejos. Restringir nuestros alimentos favoritos no resulta a la postre nada sencillo. Sin embargo, hoy nos llegan buenas noticias de un estudio australiano, según el cual los lácteos, uno de los alimentos preferidos del hogar, podrían desempeñar un papel clave en las dietas de bajo impacto ambiental.

De hecho, algunas personas consumen todos los días alimentos lácteos ricos en nutrientes dentro de una dieta con bajas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Aunque las directrices dietéticas señalen el valor nutritivo de los productos lácteos y sus beneficios para la salud, las recomendaciones basadas en la sostenibilidad proponen reducir el consumo de alimentos de origen animal.

Entonces, ¿cuántos lácteos deberíamos tomar? El equilibrio adecuado es la base, declaran los autores.

Una dieta de alta calidad con bajas emisiones de gases de efecto invernadero

A partir de los datos de la encuesta australiana de salud de 2011-2013, en este estudio se examinaron los resultados obtenidos por 1.732 adultos que siguieron una dieta de mayor calidad (37 % más) y con menos emisiones de GEI (43 % menos) que la dieta habitual de los adultos australianos.

Este grupo, denominado subgrupo HQLE, consumió cada día una media de 1,5 porciones de alimentos lácteos (leche, queso y yogur) y una pequeña cantidad de alternativas no lácteas (0,04 porciones).

Los lácteos representan una fuente importante de nutrientes dentro de una dieta con bajas emisiones de GEI

En este grupo HQLE, quienes consumieron más alimentos lácteos (n = 489; media de 3,16 porciones diarias) tenían más probabilidades de alcanzar la ingesta recomendada de proteínas y de una amplia gama de vitaminas y minerales que quienes siguieron una dieta pobre en lácteos. Así, por ejemplo, el 95 % de estas dietas de alto contenido lácteo satisfizo la ingesta recomendada de proteínas, el 96 % la de vitamina B12 y el 74 % la de calcio, en comparación con el 72 %, 47 % y 5 %, respectivamente, de las dietas HQLE de bajo contenido lácteo (n = 603; media de 0,31 porciones diarias).

Las personas que excluyen los productos lácteos de la dieta deben conocer los riesgos nutricionales que esto supone

El subgrupo HQLE contenía 90 dietas con exclusión de lácteos. De estas dietas, el 74 % satisfizo la ingesta recomendada de proteínas, el 61 % la de vitamina B12 y solo el 22 % la de calcio. Quienes excluyen los lácteos por motivos subjetivos de salud, deben conocer los riesgos nutricionales y tenerlos en cuenta al planificar sus comidas, sostienen los autores.

«Estos resultados subrayan la importancia crítica de los alimentos lácteos para alcanzar una ingesta adecuada de nutrientes en el contexto de un patrón dietético saludable con menos emisiones de GEI». – Ridoutt et al, 2020.

Las directrices dietéticas australianas actuales recomiendan 2,5 porciones diarias de lácteos y alternativas no lácteas a las personas de 19 a 50 años y hasta 4 porciones diarias a las mujeres de 70 años o más.

Si desea más información, puede consultar el artículo original
Ridoutt BG, Baird D, Hendrie GA et al. The role of dairy foods in lower greenhouse gas emission and higher diet quality dietary patterns. Eur J Nutr. 2020 Apr 10.