En Francia, la mitad de los consumidores endulzan los yogures naturales antes de comérselos. Este hábito francés aumenta el contenido de azúcar y las calorías con respecto al yogur natural. En un estudio reciente se ha medido de forma específica la cantidad de azúcar añadida al yogur natural en condiciones reales de consumo. Los resultados son bastante sorprendentes.
Azúcar, miel o mermelada
El estudio se llevó a cabo con 199 adultos franceses que consumían regularmente yogur natural con algún endulzante . Al final de una comida estándar, se pidió a los participantes que consumieran su variedad habitual de yogur natural (firme, cremoso, dietético) y se les dio libertad para utilizar el tipo de endulzante que usasen habitualmente: azúcar, miel o mermelada. Las cantidades añadidas de endulzante se midieron de forma indirecta pesando el envase antes y después de usarlo. Estas cantidades se convirtieron a equivalencias de cantidades de azúcar añadida.
Dos terrones de azúcar por envase
Los participantes añadieron una media de 13,6 g del equivalente al azúcar por cada envase de yogur, una cantidad superior a la que contienen los yogures edulcorados durante la fase de producción industrial (10,2 g/envase). La cantidad era superior cuando los consumidores usaban mermelada (24,4 g/envase), azúcar (11,0 g/envase) o miel (12,1 g/envase). Además, los consumidores añadían más endulzantes en la cena (15,5 g/envase) que en el almuerzo (11,6 g/envase).
A más IMC, más endulzado
La edad y el IMC también mostraron una correlación positiva con cantidades más altas de endulzantes. Las personas con un consumo bajo de endulzantes (6,1 g/envase) suelen controlar mejor lo que comen, mientras que las que consumen muchos endulzantes (19,9 g/envase) buscan la satisfacción inmediata. Pero lo más sorprendente es que los consumidores subestiman por completo la cantidad de azúcar añadida, que duplica la que creen añadir (6,85 g/envase). No obstante, fueron capaces de estimar correctamente si estaban edulcorando el yogur más o menos con respecto a los yogures comerciales ya edulcorados.
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Fuente: Leclercq H et al. 12th European Nutrition Conference 2015; Ann Nutr Metab 2015; 67(suppl 1) p 515
