Las personas están cambiando su forma de comer para llevar una dieta más sostenible. Pero, ¿cuáles son los beneficios y las limitaciones de hacer esto en términos de salud y nutrición?
Una revisión publicada recientemente menciona que un cambio global hacia dietas diversificadas territoriales y flexitarianas podría ser una forma práctica y asequible de reducir el impacto medioambiental de nuestra dieta…
Estas dietas son ricas en alimentos de origen vegetal, con cantidades moderadas de aves, lácteos y pescado y poca cantidad de carne roja, ultra procesados y azúcares añadidos. Las dietas territoriales diversificadas son dietas de estilo flexitariano que incluyen un alto consumo de alimentos locales y de temporada además, también puede mejorar nuestra salud al ayudar a reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la nutrición.
En comparación con las dietas veganas y vegetarianas, consumir estas dietas (principalmente basadas en plantas con pequeñas cantidades de productos animales) puede ayudar a cumplir fácilmente con la ingesta de nutrientes recomendada Sin necesidad de suplementos nutricionales, alimentos fortificados o asesoramiento profesional para la planificación de la dieta.
Seguir una dieta basada principalmente en plantas tiene muchos beneficios…
Ya que estos patrones dietéticos se han asociado con un menor riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles.
Las dietas flexitarianas pueden satisfacer mejor las necesidades nutricionales de las mujeres adultas, con mayores necesidades de ciertos nutrientes. Para mujeres embarazadas y lactantes, las dietas flexitarianas y territoriales diversificadas también se consideran ideales… ya que aportan más fibras, proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales.
Estas dietas también ayudan a satisfacer mejor las necesidades de nutrientes de las mujeres lactantes que son requeridos para asegurar un desarrollo saludable de los niños a lo largo su vida.
Para prevenir el riesgo de carencias nutricionales, se debe prestar especial atención a los niños y adolescentes para garantizar que las dietas veganas y vegetarianas satisfagan sus necesidades de crecimiento y desarrollo. Las dietas diversificadas territoriales y flexitarianas también se han asociado con un mejor estado físico, una mejor cognición y una mayor longevidad entre las personas mayores y aunque también podrían beneficiar de un mayor consumo de lácteos y bebidas de origen vegetal fortificadas la inclusión de cantidades moderadas de huevos y pequeñas cantidades de carne ayudará a mantener los niveles de vitamina B12.
Las dietas flexitarianas y TDD también incluyen una amplia gama de alimentos que ayudan a aumentar la diversidad de nuestro microbioma y tal diversidad puede incrementarse aún más mediante el consumo de alimentos probióticos y fermentados.
La adopción y el mantenimiento de dietas saludables y sostenibles requerirán atención, asesoramiento profesional, orientación e investigación. Pero con mejores prácticas, podemos asegurar un mejor futuro para nosotros, nuestra familia y nuestro planeta.